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BARÓMETRO PORCINO Número 57 / septiembre de 2019

China sostiene a Europa 

La fuerte y constante demanda importadora china ha permitido que los precios europeos del cerdo se hayan mantenido estables durante todo este mes de septiembre, cuando lo normal siempre en estas fechas es que el aumento estacional de la oferta mueva las cotizaciones a la baja. Este año, sin embargo, si alguna cotización se ha movido… ha sido para subir, como ha sido el caso de Francia. En este país, las mayores ventas en la exportación se han añadido a la mayor demanda interior que siempre hay al final de las vacaciones, para hacer frente al llenado de las ciudades. Incluso, en la primera semana de septiembre el mercado francés registró una subida máxima de 5 céntimos, que hay que interpretar tanto como un reflejo de esa sostenida demanda como una señal a la gran distribución comercial para que acepte renegociar sus precios de compra de la carne. 

 

En España, la cotización se ha mantenido inéditamente (para un mes de septiembre) estable. Tan solo de cara a la entrada en la primera semana de octubre la cotización ha apuntado una primera y testimonial flexión a la baja. Los pesos medios han protagonizado una amplia recuperación a lo largo de este mes, testimoniando el progresivo aumento de la oferta en vivo pero también la voluntad del ganadero de tener pesos altos para rentabilizar mejor sus ventas. Sin olvidar que también el matadero rentabiliza así mejor su producción, al diluir el mismo coste entre más kilos producidos, y que la exportación a Asia demanda piezas de cerdos más pesados. Así, el mercado estabilizado en su nivel máximo de precios del verano refleja que el ritmo de recuperación estacional de la oferta de cerdos se ha visto contrarrestado por la sostenida demanda para exportar (a China en particular, pero a toda Asia en general) y por la mayor capacidad de matanza instalada en el noreste peninsular. Ello ha evitado que se crearan los excedentes de cerdos de otros años en esta época del año, aunque, conforme avanzaba el mes, el matadero ha ido teniendo cada vez más fácil su abastecimiento de cerdos: sin que sobraran cerdos, han dejado de faltar.