Baja como siempre, pero menos que nunca
La segunda semana de octubre vio el primer descenso de la cotización española en casi un año: desde el otoño del año pasado todo habían sido subidas o repeticiones. Finalmente, la continuada recuperación de los pesos medios ha impuesto su lógica estacional, aunque con una amplitud de los descensos que, además de llegar más tarde que otros años, es mucho más limitada.
Los fuertes calores de este verano pasado han provocado retrasos en las ruedas de producción que se han alargado hasta ahora, restringiendo la oferta en número de animales. Paralelamente, la bonanza climatológica ha llevado a unos ritmos de crecimiento en granja muy rápidos, con lo que el peso ha subido más que la oferta en sí. Pero, de forma progresiva, también el número de cerdos en el mercado ha ido aumentando a lo largo
de noviembre, aunque sin dejar tras de sí ningún excedente (ni siquiera con el festivo del 12 de octubre), porque el matadero también necesita matar más cerdos y de más peso para diluir sus costes de producción muy altos.
